El SENASA sigue trabajando con los agricultores y ganaderos, en campo, para que tomen buenas decisiones y produzcan alimentos sanos e inocuos.
El Servicio Nacional de Sanidad Agraria – SENASA informó que, en el último monitoreo de contaminantes en los alimentos desarrollado en el 2023, se determinó que el 89.4% de muestras de alimentos agropecuarios primarios y piensos (alimentos que consumen los animales) eran aptos para el consumo.
El Programa Nacional de Monitoreo de contaminantes en los alimentos agropecuarios primarios que consumen los peruanos es un estudio que cuenta con un diseño estadístico representativo a nivel nacional y que ha cubierto 171,128 análisis en 47,925 muestras (residuos químicos, microbiológicos y de parásitos), con personal entrenado bajo procedimientos armonizados a nivel internacional.
Este estudio, que se realiza de manera anual (desde el 2011), muestra resultados oficiales del país, con indicadores y factores de riesgo que determinan su representatividad a nivel nacional, por lo que es la herramienta que muestra de manera transparente la situación del país con respecto a este tema.
“Existen avances importantes en la reducción de contaminantes en alimentos agropecuarios primarios, ya que en el 2011 el país registraba un 39.5% de muestras con residuos de contaminantes; hoy en día se tiene un 10.6% de estas. Es necesario seguir trabajando de manera integrada con los municipios, procesadores, transportistas y productores para garantizar la inocuidad como un asunto de todos”, señaló Josué Carrasco, director general de Insumos Agropecuarios e Inocuidad Agroalimentaria del SENASA.
Para reducir el porcentaje de muestras no conformes, el SENASA desarrolló 4 110 Escuelas de Campo entre los años 2019 y 2023, entrenando a 84 849 productores de la agricultura familiar en la adopción de Buenas Prácticas Agropecuarias; en esta misma línea, trabajó de manera permanente y, a nivel nacional, con los gremios de la industria nacional de plaguicidas para supervisar la ejecución de programas enfocados en el uso seguro de plaguicidas, el manejo de envases vacíos de plaguicidas y la disposición final de estos insumos.
Con miras a cerrar las brechas, que aún existen, se ha planificado un trabajo más integrado con las entidades del Gobierno local que, por norma, tienen la responsabilidad de vigilar y controlar la inocuidad de los alimentos en el transporte y comercialización de la cadena de suministros, para lo cual se ha contemplado la ejecución de un nuevo proyecto de inversión pública financiado con el Banco Interamericano de Desarrollo, que fortalecerá las acciones de control, especialmente en los mercados de abastos.
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