Con la información disponible hasta setiembre último, podemos afirmar que los resultados del sector también han sido importantes en 2020, y han logrado consolidarse como uno de los principales motores productivos de nuestra economía. En primer lugar, se resalta que en el período enero-setiembre de 2020 el sector generó ingresos tributarios de S/ 475 millones, un 4.8% más que en el periodo enero-setiembre de 2019, según cifras de la Sunat. Por otro lado, al ser intensivo en mano de obra, en el tercer trimestre de 2020, un 32.9% de la población ocupada se encontraba dentro del sector, según el INEI. Además, fue la única actividad económica en experimentar crecimiento en la población ocupada en el tercer trimestre de 2020 respecto de 2019 (+20.5%) informó COMEX.
Otro resultado importante es el de las exportaciones. El sector agrícola no tradicional fue el segundo, después de minería, en generar una mayor entrada de divisas (US$ 4,431 millones) en el período enero-setiembre de 2020. Además, el valor de sus exportaciones creció un 2.8% respecto de 2019; esto se explica por los buenos resultados en productos estrella como paltas (US$ 751 millones, +0.1%), uvas (US$ 442 millones, +19.3%), arándanos (US$ 375 millones, +9.28%) y mangos (US$ 215 millones, +16.5%). Otros productos que destacaron fueron el jengibre (US$ 54 millones, +103.6%), las mandarinas (US$ 45 millones, +32.3%) y las naranjas (US$ 9 millones, +52%).
Por estas razones, el sector agro es fundamental para el desarrollo económico. Cabe precisar que su crecimiento sostenido ha sido posible gracias a inversiones privadas, que apuestan por el desarrollo de la oferta nacional, y a políticas acertadas que fomentan el empleo formal y la apertura a nuevos mercados. Sin embargo, aún queda bastante trabajo por hacer, pues el sector todavía enfrenta a circunstancias que limitan su productividad. De esta manera, se considera que la agenda 2021 del sector debe priorizar dos puntos clave: (i) potenciar la competitividad de los productores agrícolas a través del acceso al crédito y la asistencia técnica, y (ii) una gestión eficiente de los recursos económicos para la ejecución de proyectos de irrigación.(Fuente COMEX)
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