Para controlar la plaga del pulgón amarillo en campos de pecanos de la región Ica, un equipo técnico del SENASA junto a productores iniciaron labores de control integrado en los sectores identificados con presencia de estos insectos.
«Primero se ha evaluado la densidad poblacional de la plaga e inmediatamente hemos procedido a coordinar la intervención con los productores. Esta es una plaga común, que con labores de campo permanente se controla y se erradica progresivamente», señaló Christian Quiroz, director ejecutivo del Senasa en Ica.
La aparición del pulgón amarillo en el valle de Ica se debe básicamente a las condiciones climatológicas que se vienen presentando. Como parte de las acciones de prevención y control de plagas, el SENASA ha logrado fortalecer los conocimientos de 1,879 productores en esta región.
Medidas de control
Como una de las primeras acciones en campo, se ha dispuso que los productores de pecana realicen el lavado de hojas con jabones potásicos o detergentes agrícolas para eliminar la melaza que pueda contener, contribuyendo así a limitar la proliferación de hongos y mejorar la salud de las plantas.
Posteriormente, se realizó la liberación de insectos benéficos como la Chrysoperla externa, en 1,010 hectáreas ubicadas principalmente en los distritos de: San Juan Bautista, San José de los Molinos, Pueblo Nuevo, y Santiago, ubicadas en el Valle de Ica.
Los insectos benéficos son depredadores o parasitoides que, de forma natural o artificial (a través de liberaciones inundativas), se han usan exitosamente para controlar a otros insectos que son plagas de diversos cultivos.
El equipo técnico del SENASA también exhortó a los productores a realizar las podas constantemente, a fin de eliminar el material vegetal fuera del campo, además de aplicar cicatrizante en cada uno de los cortes realizados en las plantas.
El SENASA exhortó a los productores a notificar oportunamente sobre la aparición de estas plagas, para la atención y orientación por parte del equipo técnico.
La autoridad en sanidad agraria cuenta con 139 centros de atención a nivel nacional, con profesionales que conocen la realidad de cada valle agrícola, que se encuentran al servicio de los productores y ganaderos.
En ese sentido, se busca evitar pérdidas económicas a la agricultura familiar y capacitar a los agricultores para que puedan enfrentar los problemas fitosanitarios que se presentan en sus campos.
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