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Ante la necesidad de prolongar la vida y calidad de las frutas, los fabricantes vienen desarrollando diversos dispositivos electrónicos que se instalan en los contenedores que permiten manejar los gases dentro de la carga gracias a sus sensores de dióxido de carbono y oxígeno. Ello sumado al control de temperatura, se logra que la fruta disminuya su metabolismo, llegando a sus destinos en óptimas condiciones.

Los procesos de post cosecha tienen el propósito de proteger y mantener la calidad de los productos hortofrutícolas desde el campo a la mesa del consumidor final. En esa línea, las empresas agroexportadoras recurren a las más óptimas soluciones tecnológicas para asegurar que sus productos lleguen en buenas condiciones a sus destinos.

La tendencia en el mundo post cosecha se enfoca en la actualidad por soluciones que buscan evitar el desperdicio de los alimentos, sin la pérdida de la calidad y sabor para los consumidores. También que las frutas lleguen a más destinos (como los países asiáticos) preservando los recursos naturales del planeta.

Fácil instalación

Así, está disponible el almacenamiento en Atmósfera Controlada (AC) que es una técnica ampliamente utilizada para el almacenamiento a largo plazo, de frutas y hortalizas recién recolectadas. La disponibilidad de este proceso es importante en la apertura de nuevos mercados, debido a que permite el transporte marítimo de productos frescos, en lugar de utilizar el transporte aéreo que resulta más costoso.
Estos controladores pueden ser instalados en cualquier contenedor refrigerado sin requerir una mayor adaptación, lo que permite tener disponible la tecnología en todo momento y en un corto plazo de implementación. Se debe tener en cuenta que los agroexportadores valoran la flexibilidad de estas soluciones y su forma de operar.
El mantenimiento de las condiciones óptimas de almacenamiento, para frutas y hortalizas, protege a los cultivos contra la pérdida de humedad, la descomposición y el envejecimiento. Las concentraciones de oxígeno (O2), dióxido de carbono (CO2) y nitrógeno (N2), así como la humedad relativa (HR) y la temperatura (T) se regulan en estos almacenes de atmósfera controlada.

Monitoreo continuo

La marca Maxtend de Broom Logistics ofrece al mercado un sistema autónomo de atmósfera controlada con mejoras en el sistema de transmisión de datos GPRS (monitoreo continuo), con tecnología 4G, transmitiendo cada 8 minutos información sobre las concentraciones de gases en el contenedor y la tasa de respiración de la fruta. Esta información, en la actualidad, puede ser consultada por cada uno de los exportadores que contrata el servicio, a través de un portal web por el que acceden a los datos de sus contenedores.
El equipo cuenta con dos válvulas de intercambio de gases, una de ingreso y otra de salida, las que se abren o cierran según los niveles de oxígeno y dióxido de carbono en el interior del contenedor. Estos gases son medidos y regulados por el controlador instalado en el contenedor, manteniendo en el interior de este los parámetros predefinidos con el exportador.

La clave es la temperatura

Según los entendidos en el tema de post cosecha, lo más importante es un correcto manejo de la temperatura. Luego le siguen el manejo de la humedad relativa, el manejo de los gases (O2/CO2), el control del etileno y otros tratamientos adicionales (antioxidantes, retardantes de maduración, fungicidas).
¿Qué se busca influir con un adecuado manejo de la temperatura? La tasa respiratoria, deshidratación, producción de etileno, alteraciones fisiológicas y alteraciones patológicas (básicamente hongos) del fruto, para que llegue en las mejores condiciones al consumidor final.
Para un correcto manejo de la cadena de frío se deben considerar ciertos aspectos. Lo primero es saber qué especie y qué variedad es la que se está tratando. Un segundo aspecto es que se debe tener claridad en el diseño de los equipos de enfriamiento. Esto es complicado porque los frigoristas saben de refrigeración, pero no de fruta. El tercer aspecto es saber qué tipo de envases y embalajes son los más indicados para mantener el producto en óptimas condiciones.