El correcto desarrollo y manejo fisionutricional del maíz amarillo duro es muy importante para llegar a tener una producción altamente rentable.
Generar una producción óptima de este cultivo implica un avance en la cadena productiva que genera múltiples beneficios e ingresos al sector.
Por ello, es importante conocer los factores abióticos o bióticos que causen perdidas en producción y calidad del cultivo, con la finalidad de establecer los mejores parámetros para el correcto establecimiento del cultivo y con ello, establecer los mejores cuidados para su correcto desempeño.
El manejo fisionutricional es el conjunto de productos tales como bioestimulantes, reguladores de crecimiento, proteínas y ácidos que se aplican a los cultivos por etapa fenológica, generando un correcto balance nutricional y hormonal del cultivo.
Esto se genera en las estructuras internas de la planta y permite la optimización de su composición fisiológica, con el fin de asegurar el máximo aprovechamiento de los nutrientes y con ello, obtener cultivos de calidad y altamente productivos.
Este manejo se basa en la interacción entre la planta y su entorno. Con ello entran en juego factores como el clima y la tecnología con la que se trate el cultivo. Principalmente, con los productos con los que se trate para complementar su aporte nutricional.
El manejo fisionutricional a base de un óptimo uso de productos hormonales por etapa fenológica y la correcta aplicación de nutrientes, tanto en suelo, raíces o foliar, mejorando con ello el rendimiento y estimulando el sano desarrollo y producción de los cultivos, generando mayor resistencia a posibles factores externos que puedan causar daños en los cultivos.
La incorporación de nutrientes varía según las necesidades del cultivo, calidad de semilla, rendimiento ideal esperado, condiciones climáticas de la zona, entre otros factores.
En base a esto, en este tipo de cultivos, se observa un sistema radicular fibroso y ramificado, lo que permite que la planta tenga anclaje y genere una mejor absorción de agua y nutrientes.
Un buen sistema radicular permite enfrentar en mejores condiciones las situaciones de estrés del cultivo y permite una mejor exploración del perfil de suelo.
Resulta recomendable abonar el cultivo cuando este tiene 10 cm de altura. Existen abonos que deben combinarse con la inclusión de potasio, fósforo, nitrógeno, entre otros nutrientes.
Serfi, cuenta con una gran variedad de productos para el manejo fisionutricional de los cultivos, que te ayudarán a generar un óptimo crecimiento y por ende, una mejora en la producción.(Fuente SERFI)