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Hace un año y medio el Perú vive en pandemia y ha sufrido duros impactos en su economía por la COVID-19. Sin embargo, uno de los pocos sectores que ha crecido en estos 18 meses en forma ininterrumpida ha sido el agroexportador, convirtiéndose junto con la minería, la construcción, comercio y manufacturas, en uno de los rubros productivos que sostiene la economía nacional.
Las exportaciones agrarias cerraron el 2020 con ventas de US$ 7,791 millones (4.4% superior a las registradas el año anterior) y en el primer semestre del 2021 llegaron a US$ 3,480 millones, registrando un crecimiento de 26% en comparación a junio del 2020, según información oficial del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri).
Las agroexportaciones no tradicionales llegaron a ocupar el 95% del total del valor exportado y los principales productos agrarios exportados han sido la palta fresca, las uvas, los arándanos, entre otros frutos y hortalizas, como el espárrago.
Hasta julio último, los productores de palta lograron exportar más de 453,000 toneladas de este fruto, obteniendo ventas por encima de los US$ 914 millones. En siete meses superaron la producción y ventas logradas todo el año 2020.
El presidente de la Asociación de Productores de Palta Hass del Perú (ProHass), Juan Carlos Paredes Rosales, estimó que las exportaciones de este fruto en la campaña 2021 apuntan a pasar las 473,000 toneladas, lo que significaría un incremento de más del 29% en comparación de las 366,000 toneladas despachadas el año pasado.
Europa, Estados Unidos y Asia siguen siendo los principales destinos de las exportaciones de palta; sin embargo, se está reforzando la presencia en los mercados de Japón y Corea del Sur, y se sigue trabajando nuevos en Filipinas, Malasia, entre otros.
La exportación de uvas frescas viene obteniendo también espléndidos resultados en las últimas campañas, pese a la pandemia.
La Gerencia de Agroexportaciones de la Asociación de Exportadores (ADEX) informó que los despachos de uva al exterior sumaron US$ 521 millones 792 mil en el primer semestre del año, creciendo un 29.4% en comparación con el mismo periodo del año pasado (US$ 403 millones 207 mil).
Estados Unidos lideró los pedidos en el mundo con US$ 240 millones 635 mil, lo que equivale al 46% del total. Completan el top five Hong Kong (US$ 80 millones 603 mil), Países Bajos (US$ 56 millones 148 mil), México (US$ 23 millones 555 mil) y China (US$ 21 millones 749 mil). En todos ellos se registró un aumento en las ventas debido al incremento de la demanda.
Los arándanos es otro de los frutos peruanos que, durante el Estado de Emergencia Nacional, intensificó su presencia en los mercados mundiales y sigue experimentando un incremento en su producción y ventas.
La Asociación de Productores de Arándanos en el Perú (Proarándanos) ha señalado que para la campaña 2021-2022 tiene estimado exportar 211,200 toneladas de arándanos, con el cual van a subir sus ventas en un 30%.
La exportación de este fruto peruano es relativamente nueva, pero ya ha conseguido importantes mercados en el mundo, como Estados Unidos, Europa y China, y sigue en busca de nuevos, especialmente en el continente asiático.
Este es solo un ejemplo de los resultados de tres de los principales productos agropecuarios no tradicionales de exportación. En los demás casos se da el mismo fenómeno, pero en menor medida. Sin embargo, casi todos muestran signos de incremento de su producción y ventas.
Asimismo, crecieron la exportaciones de otros productos como la granada fresca +28% USD 80 millones, y también, la exportación de hortalizas, como la cebolla (+46%/US$ 33 millones), páprika (+15%/US$ 56 millones) y espárrago (+11%/US$ 261 millones).
Muchos se preguntarán ¿Cómo es posible este crecimiento en este año y medio de pandemia?
En primer lugar, la situación de la agroexportación actual es resultado de las inversiones a largo y mediano plazo que se dan en la agricultura y que ahora están dando sus frutos. Esto, junto con una adecuada política de Gobierno de apoyo e incentivo al sector, hizo que se tenga la seguridad jurídica y confianza para poder trabajar y planificar.
También tiene una importancia gravitante la participación del SENASA, la autoridad fitosanitaria que se encarga de mantener un riguroso sistema de vigilancia fitosanitaria y zoosanitaria para que los productos agrícolas de exportación puedan cumplir con las exigencias regulatorias de los países compradores.
SENASA realiza un impecable trabajo profesional que lo ha llevado a tener un gran prestigio internacional. Su respaldo a nuestras exportaciones facilita el ingreso de nuestros productos a los mercados de países de diferentes partes del orbe, con quienes se tiene acuerdos comerciales suscritos.
La tecnificación del campo es, igualmente, un factor importante. La tecnología sumada a los factores climatológicos favorables en el país y el adecuado cuidado a las plantas, ha hecho que nuestras tierras de cultivos (cada vez más amplias) sean más productivos y de buena calidad.
Todo ello ha hecho que el Perú esté exportando productos agrícolas no tradicionales de gran calidad a los mercados internacionales, siendo considerados como un importante y seguro proveedor.
La responsabilidad de los productores agrarios se traduce en la permanente preocupación de estandarizar y llevar un control riguroso de las dimensiones del producto, el color, el sabor, el grado de maduración, la forma, el empaque, presentación y gran resistencia para largos traslados, y el cumplimiento de una serie de exigencias internacionales que conlleva a ofrecer productos de alta calidad.
El cumplimiento de todas las condiciones internacionales origina la confianza de los mercados extranjeros, los cuales -a raíz de la pandemia- han incrementado la demanda saludable debido al cambio del hábito de consumo de las personas en el mundo que ahora demandan productos de agroexportación más nutritivos, con vitaminas, antioxidantes y una serie de propiedades y beneficios para la salud.
